En las últimas semanas viajé por seis aeropuertos de EE.UU. Cinco de ellos se encuentran entre los diez principales de EE.UU en términos de números de pasajeros. Una vez más, observé a los pasajeros ‘haciendo filas eternas para ser atendidos rápidamente’, mientras que gran parte de la capacidad del aeropuerto no es utilizada.
Una mala palabra
La palabra en Ingles ‘disruptive’ tiene una connotación negativa en la industria de la aviación. Últimamente muchas empresas tienen la tendencia a referirse a sus soluciones como ‘disruptivas’. Sin embargo, a los ejecutivos de aeropuertos y aerolíneas les desagrada el término. Quizás ‘innovación’ sea menos amenazante. Tal vez ‘cambios’. Tal vez ‘cambios lentos’.
Incrementos por décadas
Los primeros quioscos de autoservicio en aeropuertos se implementaron hace más de veinte años y se popularizaron diez años después. Hace diez años, se instalaron las primeras soluciones de entrega de equipaje automatizado. Hoy, estas soluciones se están implementando en los principales aeropuertos del mundo. El aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam ha utilizado la tecnología biométrica para pasajeros desde el 2001!
Uberizando
Para usar la capacidad subutilizado, a los aeropuertos necesiten sentirse mas cómodo con la mala palabra ‘disruption’ y forzar la ‘uberización’ de la capacidad existente, en aeropuertos conocida como ‘common-use’ (capacidad compartida). Tiene sentido común hacerlo a través del autoservicio. En el próximo articulo me referiré al tema de ‘uberizar’ con relación a los procesos biométricos.
Una palabra buena
Se puede evitar una catástrofe maltusiana, donde el crecimiento de pasajeros supera la capacidad del aeropuerto. El cambio lento no es malo, siempre y cuando las soluciones existentes y comprobadas desde hace décadas se implementen ahora. Rápido. Una palabra buena.