El pueblo contra el sistema

Informal con una jerarquía clara
marzo 30, 2015

Uncertainty Avoidance’ es unas de las dimensiones de Geert Hofstede para describir culturas nacionales. El Uncertainty Avoidance Index es un índice que mide el nivel de los esfuerzos de los miembros de una sociedad para manejar ansiedad a través de minimizar la incertidumbre. Individuos en culturas con un índice alto, por lo general, es gente más emocional que gente en una sociedad con un índice bajo y tratan de minimizar las consecuencias de lo desconocido a través de leyes y reglas.

EL SISTEMA CONTRA EL PUEBLO

El individual que toma riesgo

pienso en ‘uncertainty avoidance’ (o ‘evitar la incertidumbre’ como definido por Geert Hofstede en sus libros sobre las características de las culturas de diferentes países) y tras mis propias observaciones del comportamiento de los individuos en varios países, prefiero distinguir entre una sociedad como entidad y el individuo en esa sociedad. En realidad, me parece que el uncertainty avoidance de una sociedad y la de una persona en esa misma sociedad, pueden ser totalmente diferentes lo que me lleva a la pregunta si tomar riesgos del individuo tiene relación con la cultura de una sociedad.

Mi observación es que en Los Estados Unidos de América, donde vivo, la gente está dispuesta a tomar riesgos en una sociedad que tiene un índice bajo de evitar la incertidumbre. En cambio, en Venezuela, país donde viví y patria de mi esposa, la gente está dispuesta a tomar riesgos en una sociedad que tiene un índice alto. Para complementar, en Los Países Bajos (Holanda), mi patria, la gente parece del nivel medio en términos de arriesgarse en un país que refleja un nivel medio en términos de evitar la incertidumbre (típico Holandés).

Aquí todo es posible
Enfoquémonos en Venezuela. Es complicado. Se trata de un país en donde cuya población históricamente fueron inmigrantes de España, Italia y Portugal, especialmente en las áreas urbanas. Se compara con Brasil con influencias Africanas, sobre todo en la costa. Finalmente, por supuesto, existe una populación nativa, en el interior del país.

Creo que es prudente comparar la cultura Venezolana con la cultura de otros países Latinoamericanos y con los países del Mediterráneo en términos del índice alto de evitar la incertidumbre: Individuos en esa sociedad tienen que manejar situaciones ambiguas significantes y -como resultado- los líderes en la sociedad intentan de mitigar el impacto de un ambiente ambiguo a través de leyes y reglas. Mientras tanto, la confianza de la población en sus gobiernos, incluyendo las instituciones dedicadas a la aplicación de las leyes así como sus instituciones financieras, es extremadamente baja. Pedir un documento oficial, bien sea un acta de nacimiento, un pasaporte o documentos requeridos para empezar un negocio, resulta en una montaña de burocracia que es difícil de subir. Sin embargo en muchos países Latinoamericanos, se puede escuchar regularmente la frase: ‘Aquí no hay ley. Aquí todo es posible.’

Combatir fuego con fuego
Unas de las características de los países con un índice alto de evitar la incertidumbre, en base a mis observaciones, es la tendencia de combatir fuego con fuego cuando las cosas no resultan como fueron planificadas. Desafortunadamente, en países con muchas reglas para hacer negocio, las cosas históricamente no resultan como estaban planificadas precisamente por tanta burocracia. Como consecuencia, la burocracia crece con más leyes y más reglas para combatir la corrupción individual e institucional. Al mismo tiempo, muchas veces las leyes no se aplican o la creación de leyes nuevas crean nuevos incentivos para la corrupción individual. Irónicamente, en México, un país en donde viví y al cual amo, en un par de ocasiones la policía me detuvo por supuestas infracciones de tránsito y muy discretamente me entregó el libro de la constitución para que sin que nadie lo notara metiese dinero en efectivo dentro del libro y así facilitar procesar ‘la multa’. Por cierto, no es que estuve infringiendo la ley todo el tiempo, simplemente existen muchas interpretaciones de ella cuando los incentivos de los que la implementan son suficientes. Importante de notar también: la mayoría de los mexicanos odian a la corrupción que hace tanto daño a su país maravilloso.

Cultura impactada por ideologia
En el caso de Venezuela, echamos petróleo al ambiente y se convirtió en un coctel más explosivo. En este sentido, lamentablemente, Venezuela no es diferente al compararla con sociedades similares en términos de evitar la incertidumbre. Lo que sí es diferente en el caso de Venezuela, es que el país hoy en día representa una entidad única en donde el gobierno tomó un camino que desmotiva a la iniciativa individual en base a una ideología. Posiblemente no era fácil empezar un negocio en Venezuela antes. Hoy es básicamente imposible, al menos que uno esté bien relacionado con las autoridades, mejor conocido en Venezuela como ‘enchufado’.

Mis observaciones me dirigen a la conclusión de que la cultura de una sociedad es la colección de todos los individuos con algunas características similares, que resulta en un liderazgo reactivo a la cultura. En otras palabras: un miembro del gobierno puede tener la impresión que debe construir obstáculos para mantener o ganar mas control creando de esa manera mas incentivos para la corrupción dentro de la instituciones gubernamentales. Como consecuencia, el individuo en la sociedad no tiene otra opción que romper las reglas para progresar con negocio o, en el caso de Venezuela, simplemente sobrevivir como familia.

Al fin, el sistema pierde
En el pasado, he analizado el Mercado Venezolano y he construido planes estratégicos; siempre conté con la realidad de que individuos y compañías están dispuestos de tomar riesgos en los países que construyen obstáculos. De hecho, la compañía en donde trabajaba produjo resultados arriba de los resultados esperados y los planes estratégicos fueron construidos en base a esa realidad. Inclusive con un control de cambio que formaba otro obstáculo en aquella época, los Venezolanos encontraron oportunidades nuevas para aprovechar y tomaron el riesgo de negocio, resultando en un incremento de ingreso para mi compañía. Sin embargo, los resultados dependían en el supuesto que compañías podían transferir sus ingresos a sus casas matrices. Esa realidad era a veces frágil y cerca de la ficción hoy en día.

Aparte de las observaciones y percepciones, la realidad es que Venezuela es un país totalmente polarizado y la población se define nada más en términos de pro-gobierno y oposición. Venezuela era un país conocido por su gente, siempre dispuestos a dar una fiesta sin importar las circunstancias. Conocido por chistes crudos independientemente del publicó. Conocido por familias unidades. Por optimismo más allá de la realidad y dispuestos a tomar riesgos. Pero claramente las culturas cambian en una forma forzada. El sistema cambia al pueblo. Si estamos dispuestos a pensar que nada más se puede cambiar una cultura temporalmente, el letrero en la puerta del país dice: ‘Disculpa la molestia. Temporalmente fuera de servicio.’

Este artículo fue escrito por Peter van der Lende a petición de Chris Smit de www.culturematters.com. Peter van der Lende es el fundador de vanderlende consulting, consultoría para el desarrollo de negocios internacionales con sede en Atlanta, E.E.U.U. 

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